El 26 de marzo fue elegido por la Comunidad Médica Internacional para celebrar el Día Mundial de la Epilepsia. El color púrpura para identificar a esta enfermedad ya que es un color que se asocia con la soledad de las personas que sufren esta enfermedad. Es una jornada en la que se pretende concienciar a la población mundial de un trastorno neurológico neuronal que afecta a personas de cualquier edad.